miércoles, 18 de diciembre de 2013

Salud sexual

Durante la adolescencia pasas por la pubertad para llegar a la madurez sexual. Si eres una niña, se desarrollarán los senos y se iniciará la menstruación. Si eres un niño, aumentará el tamaño del pene y los testículos. Si tienen relaciones sexuales, puedes quedar embarazada o embarazar a alguien. Decidas o no tener relaciones sexuales, es una buena idea que te enteres acerca del sexo sano y el impacto del sexo en la salud. Además del embarazo, las relaciones sexuales conllevan el riesgo de contagiarte enfermedades de transmisión sexual, como herpes, verrugas genitales o VIH, el virus que causa el SIDA.
La única forma de estar completamente seguro es no tener relaciones sexuales. Sin embargo, si decides hacerlo, los preservativos de látex son la mejor protección contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Los condones también son una manera de control de la natalidad para ayudar a prevenir los embarazos.



¿Qué es un chequeo de salud sexual?

Un chequeo de salud sexual es un examen realizado por un médico o una enfermera para asuntos de salud sexual tales como enfermedades de transmisión sexual (STDs, en inglés). Durante tu chequeo de salud sexual, también puedes hacer cualquier pregunta que tengas sobre la salud sexual y reproductiva.

¿Quién puede realizar un chequeo de salud sexual?

Un chequeo de salud sexual es realizado por un profesional de la salud, pero el título exacto de esa persona depende de dónde vayas a recibir tu chequeo. Es posible que veas a tu médico regular, o a un médico o una enfermera en un centro de salud de la comunidad o de una clínica de planificación familiar, como Planned Parenthood.

¿Quién necesita tener un chequeo de salud sexual?

Cualquier persona que esté sexualmente activa debería tener un chequeo de salud sexual. Con qué frecuencia y cuándo es necesario tenerlo depende del estilo de vida y actividad sexual de cada quien. Es recomendable tener un chequeo de salud sexual cuanto antes, si algunas de las siguientes circunstancias tienen que ver contigo:
• Si piensas que tienes una enfermedad de transmisión sexual (STD);
• Si has tenido sexo sin protección, incluyendo sexo vaginal, oral o anal;
• Si se te ha roto o caído un condón durante el sexo;
• Si tu pareja tiene otra pareja con la cual también tiene relaciones sexuales;
• Si tienes relaciones sexuales con más de una persona;
• Si has compartido equipo para inyectar, tales como agujas;
• Si recién empiezas una relación sexual.

¿Qué ocurre durante un chequeo de salud sexual?

Generalmente, un profesional de la salud comenzará tu chequeo hablando sobre tu historial sexual. Algunas de las preguntas que te hará tu médico o enfermera podrían parecerte de un tanto personales. Estos son algunos ejemplos de preguntas que él o ella puede hacerte:
• ¿Cuántas parejas sexuales has tenido?
• ¿Qué tipo de actividades sexuales has realizado?
• ¿Has tenido relaciones sexuales con hombres, mujeres o ambos?
• ¿Tienes algún síntoma?
• ¿Te has inyectado alguna droga o has compartido agujas?
• ¿Tienes tatuajes o piercings en el cuerpo?
Puede ser que te sientas incómodo al contestar estas preguntas con la verdad. Pero si no le das a tu médico los datos correctos, es posible que no recibas las recomendaciones que necesitas o que no te hagan los análisis adecuados. Eso podría afectar a tu salud seriamente. Algunas enfermedades de transmisión sexual (STDs) pueden tener problemas de salud a largo plazo si no se tratan adecuadamente.
Durante tu chequeo, y con tu consentimiento, podrían examinar tu área genital externa para ve si existen señales de cualquier enfermedad de transmisión sexual. Es posible que te hagan una variedad de análisis, incluyendo:
• Una muestra de tu orina o un análisis de sangre;
• Muestras con hisopos, donde se toma una muestra de fluido o secreción del área genital y se examina bajo el microscopio. A veces puede ser necesario tomar muestras adicionales de la garganta o en el interior del ano;
• Para las mujeres, un examen vaginal, como una prueba de Papanicolaou, también puede llevarse a cabo. Una prueba de Papanicolaou es un chequeo de rutina donde se toma una muestra del cuello uterino, y esta prueba se recomienda para todas las mujeres que están sexualmente activas. Deberías consultar a tu médico acerca de la frecuencia con que debes realizarte la prueba de Papanicolaou.
Sean cuales sean tus resultados, tus expedientes médicos son privados de acuerdo a la ley si eres mayor de 18 años. Cualquier información que los proveedores de salud reciban o discutan contigo en una clínica es completamente confidencial y no puede ser compartida con tus padres o con las personas que conoces. Independientemente de tu edad, los proveedores de atención médica también están obligados, de acuerdo a las prácticas éticas, a mantener tus registros de salud confidenciales.
Si sales positivo a una enfermedad de transmisión sexual (STD), el médico tiene la obligación de reportar al gobierno los casos de ciertas enfermedades de transmisión sexual para que la enfermedad pueda ser controlada a lo largo de los EE.UU. No se utilizarán datos de identificación, como por ejemplo, tu nombre. No necesitan saber quién eres, sólo quieren saber cuántas personas están contrayendo la infección a través del país.
Es posible que también desees informarle a tus parejas sexuales anteriores al respecto, para que ellos también puedan hacerse los análisis y recibir tratamiento, si es necesario. Puedes decirles de muchas maneras: cara a cara, por teléfono, o incluso en un correo electrónico. Sea cual sea la forma en que les digas, es importante que les informes por el bien de su salud sexual.

Haz preguntas

Considera un chequeo de salud sexual como una buena oportunidad para hacer cualquier pregunta que tengas sobre tu salud sexual o hablar de cualquier cosa que te preocupe. Un buen proveedor de atención médica te animará a hacer preguntas.
Es importante que sientas que puedes hacer cualquier pregunta que tengas. Es igualmente importante que tu proveedor responda a tus preguntas y que te explique todos los procedimientos de una manera que puedas entender.
Preguntas importantes que puedes hacer durante tu chequeo
Estas son algunas de las preguntas que puedes hacerle a tu proveedor antes de tu chequeo de salud sexual:
• ¿Puedes ser atendido por un proveedor sin la presencia de tus padres o tutores legales?
• ¿Qué tipo de seguro acepta tu proveedor? ¿Podrás pagar los servicios?
• ¿Podrás recibir una vacuna para la Hepatitis B gratis o a bajo costo? (Esta vacuna se recomienda para la gente joven.)
• ¿Podrás recibir los resultados de tus análisis por escrito?
• ¿Tu proveedor mantendrá tu información confidencial?
• ¿Tu proveedor tendrá tiempo disponible para visitas de urgencia para casos como embarazos y anticonceptivos de emergencia?
También podrías hacer las próximas preguntas durante tu visita:
• ¿Para qué tipo de enfermedades de transmisión sexual te van a hacer los análisis?
• ¿Será un análisis de sangre o de orina? ¿Con qué frecuencia deberás hacerte esos análisis?
• Si algunos de los análisis salen positivo, ¿tienes que decírselo a alguien? ¿El proveedor se lo dirá a alguien más?
• Si el análisis sale positivo, ¿qué tratamiento recibirás?
• ¿Tu infección afectará tu fertilidad, embarazos o tu salud en general en el futuro?

Siéntete cómodo

Mantente en contacto con tus sentimientos. Es normal sentirse incómodo cuando hablas de estos temas. Si tu médico o enfermera te hace sentir incómodo en la manera de responderte, es posible que desees ver a otra persona.

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